Hace tiempo que vengo replanteándome
todo. Las cosas me rozan y nada se queda en mí, es como quedarse mirando un
tiovivo y sentir unas ganas irrefrenables de saltar.
Y la verdad es que no sé
porque me pasa eso, pues a veces imparto lecciones de como tomar las cosas, como
ya sabes…es como si otro hablara por mí. Es increíble, y ahora lo entiendo, esa
sensación de levantarse con rugido, como si el
mundo te esperase y la calle estuviera ahí, solo para ti, la gente te
espera, solo a ti.
A veces sigo viendo
eso: La gente nos espera, la calle esta ahí
para nosotros, el suelo esta para gastarle y el aire para acabar con él en respiraciones frenéticas
como si nos faltara tiempo, como si quisiéramos
comerlo una y otra vez....Porque hay que
explotar como cohetes hay que dejar estelas, arriesgarse a caer, porque hasta
en la caída veras perspectivas nuevas...Hay
que volar, saltar… Hay que hacer tantas cosas... yo no sé si las hago pero
desde luego tú lo puedes y debes hacer. Es imperdonable que no lo hagas. Y el
momento es JUSTO ahora.
Escribir esto me
sirve de reflexión y es bastante terapéutico. Tu quizás te rías pero es
la única manera que tengo de ordenar las
ideas: escribir a tirones, como tú y yo llevamos nuestras cosas con desagrado, confusión...pero sacando
siempre alguna lección .Creo que el objetivo de todo es ese: sacar lecciones, y
el que no las saque simplemente está pasando por la vida, pero no la está
asumiendo. Yo me doy cuenta de que tu estas sacando más de las que tú misma te
crees. Y debes acostumbrarte a que todo eso te va a cambiar, te va a dar la
vuelta como un guante. No será agradable, es más, te resultará confuso., pero
será muy necesario.
Luego todo será
bullicio, luz, grises y nunca blanco o negro…todo tendrá otro sentido…otros
sentidos.
Todo será distinto
No hay comentarios:
Publicar un comentario